-Estreno: 17 de julio de 2014, USA
-Drama, 42 minutos, 2 temporadas, 20 episodios.
-Terminada.
-Cuando un canal establece un tipo de programación muy definido, a veces les entran ganas de cambiar de tono, para ver qué pasa (y para enganchar a más espectadores, claro). En este caso, la USA de "clear blue skies", la de programación veraniega de desenfadados policías o abogados, intenta con esta serie meterse en un drama de pareja suburbana que se derrumba tras casi dos décadas. Él es analista financiero, ella dejó pasar oportunidades de trabajo como diseñadora visual para criar a la hija de ambos, que ahora tiene 16 años y está en etapa de guitarra protesta. Él cada vez tiene menos tiempo libre y más conciencia de crisis de los 40, y ella está empezando a estar harta de sustituir al marido por grupos de lectura con otras mujeres en la misma situación. Él explota un día en un avión que lleva cinco horas de retraso, perdiendo su empleo, y ella... le pone los cuernos con un gigoló profesional. Pero esto último que le ha pasado a cada uno no se lo cuentan al otro, lo cual no impide que lo acaben averiguando. Ajá. ¿Qué pasará ahora? Y la pregunta no es solo qué ocurrirá en la trama, sino qué tipo de serie quiere ser después.
El episodio piloto, de 65 minutos de duración, tiene dos mitades bastante diferenciadas, una en la que se nos presentan las frustraciones de cada uno de los cónyuges, e incluso de la hija (adolescente desatendida e incomprendida, de manual televisivo), y otra en la que la trama pega un cambio de dirección que aleja a la historia de cualquier intento de resultar una pieza introspectiva y casi de cine experimental. Este cambio (spoiler en 3...) es que (spoiler en 2...) el marido de la pareja (spoiler en 1...), al enterarse de lo de su esposa, acaba el episodio metiéndose él también a gigoló de mujeres desesperadas, obviamente (porque esto es la tele), todas ellas cuarentonas de buen ver en vez de más mayores y menos atractivas. Acabáramos. O sea, que esto sigue siendo la cadena USA, al fin y al cabo. Así que ahí está la duda: en lugar de un examen de las quejas de vicio que hace una pareja californiana con dinero, posición, cierta juventud aún todavía y todos los bienes de consumo que puedan desear, quejas que podrían arreglar en un par de conversaciones, ¿va a ser esto una historia de enredos conyugales, secretitos de alcoba y gente saltando de cama en cama? Pues véase para averiguarlo. El primer episodio es interesante, y sería raro que no provocara el deseo de ver al menos alguno más.
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