tntdrama.com/shows/will
-Estreno: 10 de julio de 2017, TNT.
-Drama, 58 minutos, 1 temporada, 10 episodios.
-Cuando alguien empieza una serie protagonizada por un William Shakespeare que se va de su casa, dejando atrás a su esposa, en busca de fama a los acordes del 'London calling' the The Clash, significa que tiene las cosas claras y que le gusta hacer apuestas de riesgo. TNT siempre ha sido un canal al que le ha gustado dar un toque irreverente a las historias de siempre, y este es un ejemplo bastante peculiar. En esta serie el Londres de los teatros y las tabernas de la época isabelina, entre los siglos XVI y XVII, aparece reflejado como una mezcla de circo ambulante, campamento de gitanos y Soho de los años 70, con un público tatuado, greñudo y maquillado que parece prácticamente sacado de un concierto de punk y que trata a las obras que ve como si estuvieran los Sex Pistols en el escenario. No tienen paciencia para las obras pastorales, las abuchean, arrojan cosas sin piedad y solo soportan obras más o menos pseudohistóricas si contienen chistes fáciles sobre escoceses o franceses. En medio de todo este tumulto aterriza el joven Will, que lo mismo te trae un 'Enrique III' ya hecho bajo el brazo que se enfrenta a versos a a uno de los mejores actores de la época en el pub, cual si se tratara de una guerra de insultos a lo rapero. Una mezcla de Eminem y Guybrush Threepwood entrenando con la Maestra de la Espada, vamos. El irlandés Colm Meaney añade veteranía a un reparto en general hecho de jovenzuelos imberbes, entre ellos Jamie Campbell Bower, el exArturo melenitas de la fracasada 'Camelot', aquí haciendo de la gran estrella de los escenarios ingleses del momento, Christopher Marlowe, cuya relación de amor-odio con el joven advenedizo será uno de los motores de la intriga. El otro será saber si el joven Will resiste las tentaciones femeninas de la gran ciudad (la parienta y tres hijos están a 170 kilómetros de distancia), y otro añadido más es si algún día nuestro Guillermo acabará preso debido a su familia católica. La idea de comparar el caldero humeante de aquellos tiempos con el de los lugares donde en el futuro saldrían el rock, el punk y el hip-hop tiene cierto mérito, presentando a Shakespeare como alguien que rompió con todo lo anterior e hizo callar al público a base de presentarle algo que nunca había visto antes, pero el efecto se acaba perdiendo poco a poco. Gamberra (aunque menos de lo que en principio parece), con actuaciones un tanto desiguales entre sí, y con el ánimo de ser el sobrino post-millennial de 'Shakespeare in love', es la segunda serie en 2017 que cree que el Bardo de Stratford puede ser una buena idea para mientras te llega el sueño en las noches de verano.
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