-Estreno: 21 de abril de 2017, Netflix.
-Dramedia, 30 minutos, 1 temporada, 13 episodios.
-Sophia Amoruso es una "millennial" nacida en San Diego en 1984 que no valía para estudiar, que tuvo síndrome de falta de atención y depresiones durante la adolescencia, que dejó el colegio y se dedicó a vivir medio de nómada medio en curros de poca monta, sacando comida de los contenedores de basura e incluso robando. Un día, hacia 2006, ya con 23 años, tuvo una idea de esas sencillas pero efectivas, y empezó a vender por internet cosas viejas que ella encontraba, o sustraía, o compraba por poco y vendía por mucho, usando para ello la página eBay, la nueva moda por lo "vintage", su propia imagen de flaca mona californiana y varios truquitos de fotografía y composición. Encontando en esto cierto éxito, abrió su propia compañía, NastyGal, que empezó a crecer como la espuma, sobre todo entre otras jóvenes adictas a los trapos y abalorios, entre premios para jóvenes empresarios, reportajes en publicaciones de prestigio y rumores de manipulaciones varias. En 2014, Amoruso publicó la autobiografía que da título a la serie, que ahora ha sido rodada por Netflix justo cuando NastyGal, a punto de entrar en bancarrota, ha sido vendida a otra empresa. La serie en sí es una dramatización bastante ficcionalizada, lo cual es lo primero que se anuncia al espectador, donde incluso se cambia el apellido de la protagonista (Marlowe). En ella, quizá sorprendentemente, no se ahorran escenas que hacen aparecer a la protagonista como bastante odiosa desde el principio. Sí, se le llenan los ojos de lágrimas ante su situación de tener 23 años y no tener aún oficio ni beneficio, ni plan para tenerlos más allá de una peterpanesca convicción de que hacerse adulto es hacerse aburrido, pero también se ve cómo de caprichosa y maleducada es con su jefa de tienda, con su comprensivo padre y hasta con sus amigos y ligues. En este sentido, Britt Robertson hace un gran papel, casi provocando en el espectador el deseo de que por fin Sophia se dé cuenta de que ya le vale la tontería y aproveche lo que tiene a su favor. Amadrinada por Charlize Theron como productora ejecutiva, la serie consta principalmente de escenas en las que Sophia, tras haber vendido su primer objeto, una chupa motera de los 70, busca sin cesar nuevos hallazgos que revender por una pasta, todo esto entre broncas con los colegas, con los clientes, con eBay, con los rivales que le van saliendo o simplemente de juerga por festivales como Coachella y tugurios varios de San Diego, mientras va preparando su nueva web, que es donde acaba la temporada. Mezcla de oda a la "it-girl" rebelde de pastel, mezcla escarmiento en cabeza ajena, tiene a su favor que los episodios son solo de media hora, mientras continúa la inexplicable costumbre de Netflix de rodar 13 episodios de casi todo.
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