epix.com/series/graves
-Estreno: 16 de octubre de 2016, Epix.
-Dramedia, 30 minutos, 1 temporada, 10 episodios.
-Renovada.
-A menos de un mes para la gran decisión Trump-Clinton, Epix se sacó de la manga esta serie sobre Richard Graves, un ficticio expresidente republicano de Estados Unidos al que 25 años después de su mandato le fastidia bastante andar de acto en acto inaugurando cosas y ayudando en mítines y leyendo cuentos a críos en colegios que llevan su nombre, y solo quiere que lo dejen en paz. En estas, se entera por internet de que se lo considera uno de los peores presidentes de la Historia del país, y con la ayuda de una camarera veinteañera y con tatuajes, y de la marihuana que ella le proporciona, decide quitarse la tontería de encima y aprovechar los últimos años de su vida útil. Y la verdad es que tiene bastante por donde empezar: su esposa 15 años más joven tiene una vida pública muy activa, casi como cuando era primera dama, y la quieren tentar para que se presente al senado; su hija, antigua adolescente modelo, ahora es un desastre sentimental porque se está divorciando de un Rockefeller; y su hijo, que nunca se sintió muy estimado, está con el ejército en Iraq o por ahí. Además, también sabemos que Graves sufrió un atentado a lo Ronald Reagan, al que sobrevivió. Interpretado por un Nick Nolte de 75 años a quien la dentadura postiza le ha cambiado la cara bastante, Graves tiene la voz cada vez más cascada y la mala leche de un vejestorio, pero siempre se acaba redimiendo cuando agarra a su nuevo ayudante, un sufrido pipiolo veinteañero, se fija en uno de sus errores públicos del pasado y suelta un discurso público o una aparición televisiva, sin papeles ni nada, de esos inspiradores y que te hacen querer sacar la banderita... para poder potar sobre ella. Por supuesto, no es casual en absoluto que la historia trate de un republicano de los más extremos que ahora se da cuenta del daño que ha hecho, y en ese sentido la serie tiene bastante sesgo, por mucho que convencieran a políticos reales de ambos bandos como Bill Richardson y Rudy Giuliani para hacer cameos de sí mismos. En fin, que este es otro caso donde lo de ser parte comedia parte drama no es lo mejor para la serie. Para sátira política ya está 'Veep', que lo hace mucho mejor.
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