-Estreno: 30 de septiembre de 2016, Netflix.
-Drama, 55 minutos, 1 temporada, 13 episodios.
-Renovada.
-Tantas películas y series sobre superhéroes está habiendo últimamente que el subgénero ya se está metiendo rápidamente en la fase de la deconstrucción, y así, tras las comedias que solo son comedias muy de refilón, tenemos unos superhéroes casi asqueados de sus poderes, y que intentan no usarlos incluso cuando andan muy malamente de dinero y les sería extraordinariamente fácil utilizarlos para llevar una existencia menos estrecha. Además, en el nicho de Netflix, las tres series del Universo Marvel que irán conduciendo poco a poco hacia un cruce con los cómics de 'The Defenders' tienen en su centro a un héroe que en realidad es una alegoría de otra cosa: 'Daredevil' del sentimiento de culpa típico del catolicismo, 'Jessica Jones' del sufrimiento de una víctima femenina de acoso, sometimiento y violación, y ahora este 'Luke Cage' como metáfora sobre el "empoderamiento" negro. Cage es negro, calvo, alto, fuerte hasta el punto de doblar metal con las manos, invulnerable e indestructible: nada puede traspasar su piel. Pero lejos de ser un chulo setentero a lo John Shaft, todas estas habilidades las guarda ocultas mientras se dedica a barrer el suelo de una peluquería y a ser camarero de noche en un club. Además, la acción se sitúa en Harlem, donde los demás personajes principales, tanto los buenos como los malos, son también negros: el dueño de la peluquería y su sucesor, la candidata política cuya palabrería puede ser una patraña o no, su primo el dueño del club nocturno y principal aspirante a rey del crimen del lugar, con póster luciendo corona y todo, y la agente de policía encargada de ir levantando la sábana de cada cadáver. La mayoría de los guionistas también son negros, lo cual es una ocurrencia infrecuente en el mundo televisivo, y los personajes citan, más o menos casualmente, los nombres de varios autores influyentes de la misma raza en sus conversaciones, cuando estas no tratan de héroes del baloncesto. Y para rematarlo todo, la música también es uno de los ingredientes de esta serie (y uno de los más sabrosos), con una gran banda sonora e incluso temas originales, muchos de los cuales se oyen interpretados en el Harlem's Paradise, propiedad del villano extorsionador Cottonmouth y donde trabaja Luke. En cuanto al desarrollo de la serie, vuelve a ocurrir que 13 episodios de una hora (y a veces más largos) son demasiados, que la intensidad flojea en varios de ellos, y que cuando toca hacer acción la nota es muy alta (especialmente en el episodio 7, con música de Wu Tang Clan).
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