-Estreno: 3 de junio de 2016, Cinemax.
-Drama, 44 minutos, 1 temporada, 10 episodios.
-Renovada.
-Hay veces en que un determinado tema se pone de moda en las pantallas, y varias series y películas lo tratan a la vez, con lo que hasta los muy aficionados se pueden sentir demasiado empachados al respecto. En este caso es el diablo (Satanás, Belcebú, etc), que ya ha aparecido últimamente en 'Lucifer', en 'Damien' (el rápidamente cancelado remix de 'La profecía'), en 'Preacher', en la saga 'The conjuring', y sobre todo, por más recomendable, en 'Penny dreadful'. Y eso no es todo, porque próximamente habrá una versión TV de 'El exorcista'. En este caso concreto, estamos ante una serie creada por Robert Kirkman, el autor de 'The walking dead', también basada en un cómic suyo, y a la que por tanto se le da ese mismo tono de "sí, aquí hay monstruos, pero los mayores monstruos de todos somos los humanos normales". Al igual que TWD, conjuga tensos momentos de terror con largas escenas de, para unos, lenta construcción de personajes y, para otros, lenta lentitud ralentizada. La trama tiene lugar en Roma (o sea, Roma, West Virginia), y sigue a Kyle Barnes (Patrick Fugit, el ya crecido reportero adolescente de 'Casi famosos'), un joven de traumático pasado y con un don para intuir los demonios personales de cada caso que se le presenta. Con la ayuda de un reverendo local, va expulsando espíritus malignos de los cuerpos de niños come-insectos o ceñudos policías sádicos del profundo sur, formando un curioso equipo de cura con fe pero sin habilidades y aprendiz con habilidades pero sin fe. Al igual que muchas otras series sobre monstruos y diablos, yendo casi hasta 'Buffy', cada nuevo caso puede verse como una nueva oportunidad de presenciar vómito asqueroso en HD, o como una metáfora sobre diversas maldades del ser humano: violencia doméstica, maltrato a mayores, abusos sexuales, etc. Renovada antes incluso de estrenarse, es un gran momento para ser satánico, pues.
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