hbo.com/vinyl
-Estreno: 14 de febrero de 2016, HBO.
-Drama, 55 minutos, 1 temporada, 10 episodios.
-No renovada.
-En 2006, Martin Scorsese filmó un concierto de los Rolling Stones para hacer luego con él el documental 'Shine a light'. Aquí ambos colaboran en una de rockeros en 1973. Con solo estos antecedentes ya debería poder uno hacerse una idea de cómo es la serie: sexo, drogas y rock and roll con ambientación perfecta y opulenta, y una banda sonora que esta vez (Scorsese siempre le ha dado mucha importancia en sus películas) pasa del fondo del plano a primera línea. La trama sigue la carrera de Richie Finestra, un ejecutivo al mando de la ficticia productora musical que él mismo fundó (American Century), y sus relaciones con artistas, presentadores de radio, peces gordos de la industria y su propia esposa. Memorablemente interpretado por Bobby Cannavale, que ya encarnó a uno de los personajes más impactantes de 'Boardwalk empire', el proyecto anterior para la televisión de Scorsese, Finestra es un poco Tony Soprano, un poco Don Draper y un poco Simon Cowell. Jefe de un sello menor en importancia, siempre ojo avizor para intentar no quedar sepultado por los fracasos comerciales o ser engullido por gigantes del ramo tipo PolyGram, se pasea por Nueva York a la caza de "lo próximo" en la escena discográfica. Cuando escucha lo primero que tocan los poperos suecos Abba, o los punkies The New York Dolls o el DJ proto-hip-hop Kool Herc, a él le corresponde decidir si serán los próximos llena-estadios o el próximo pozo sin fondo para su dinero. Como él mismo se define, tiene el oído de oro, la lengua de plata y los huevos de acero, pero lo que le pierde es su nariz, demasiado aficionada a las drogas.
Como ya se dijo, uno de los dioses del rock de todos los tiempos, Mick Jagger, cantante de los Rolling Stones, es uno de los co-creadores de la serie, y su propio hijo James interpreta aquí al líder de un grupo punk británico, The Nasty Bits, que acaba de desembarcar en la Gran Manzana con nada más que un acento exótico, una actitud de futura estrella follagroupies y una demo en una cinta de cassette. La serie entera es una auténtica carta de amor (estrenada un 14 de febrero) a aquellos tiempos cuando uno era joven (Scorsese acababa de filmar 'Malas calles'), y a veces ocurre aquí lo que pasaba en la muy recomendable 'Treme', que ciertas escenas están rodadas de manera que den tiempo a que se escuche bien la canción que está sonando. El primer episodio, en realidad una película en todo menos en el nombre, de 112 minutos de duración, está dirigido por Scorsese en persona, y luego, al igual que en 'Boardwalk empire', son otros directores los que toman el relevo. Nombres auténticos se mezclan con personajes ficticios, y sonados episodios verdaderos se reciclan corregidos y aumentados en las tramas. Si las leyendas que se van tejiendo son verdad o mentira, eso ya depende de las fuentes que tenga cada uno para contrastarlo. El propio Finestra ya avisa al principio de que con tanto polvo boliviano en el organismo las cosas no se recuerdan igual, y la escena donde se descubre que nunca estuvo en Woodstock a pesar de todas las anécdotas que lleva años contando al respecto es una de las que mejor lo retrata como personaje. En muchos episodios hay ídolos musicales reales de la época (interpretados por actores de ahora, obviamente) que forman parte de los guiones. Elvis Presley, David Bowie, John Lennon, o incluso alguien (aún) vivo, como Alice Cooper, son algunos de ellos. Rock, exceso y creatividad salvaje aún no del todo domesticada en una de las épocas más fascinantes de los últimos tiempos para una de las primeras series importantes del año. Una pena que tras ser renovada, luego la HBO cambiara de opinión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario