nbc.com/constantine
-Estreno: 24 de octubre de 2014, NBC
-Drama, 42 minutos, 1 temporada, 13 episodios.
-No renovada.
-La conquista de las pantallas por parte de los comics continúa con esta adaptación de ‘Hellblazer’, la saga creada en 1988 por, entre otros, Alan Moore. Su protagonista es John Constantine (que ya fue encarnado en el cine por Keanu Reeves), un exdelicuente que ahora es exorcista y detective de lo oculto en el mundo moderno. Con cabello rubio de no haberse peinado en años, barba de varios días, corbata mal anudada, gabardina de cuello alzado y acento británico, sus creadores se inspiraron un tanto en el cantante Sting (de sus tiempos en The Police, se supone) para crear su imagen. Condenado al infierno cuando muera por fallar en el exorcismo de una niña, va por ahí expulsando demonios y mandándolos de vuelta a casa sin faltarle nunca una broma de guionista de cine negro en la boca. Sin embargo, hay que tener en cuenta que dos de sus características principales, su bisexualidad y su adicción al tabaco, no se verán en pantalla. Lo segundo es una prohibición generalizada de las cadenas estadounidenses en abierto, así que como mucho vemos a Constantine jugar con su mechero o apagar una colilla, sin verle nunca dar una calada. Respecto a lo primero, no está previsto ni que se niegue ni que se confirme, lo cual provocó protestas tanto de grupos de LGBT como de fans del cómic original. Esto eran dos malas señales para el futuro, la verdad, porque ‘Hellblazer’ es una saga con bastante mala leche y Constantine un personaje que a menudo es más peligroso para sus amigos que para sus enemigos. En televisión, y más aún en abierto, se ve una versión edulcorada, de pinta desastrada y borde al trato, pero al final decente, bueno y haciendo lo correcto siempre. No muy diferente de algunos episodios de 'Expediente X' a veces, en realidad. El actor escogido, el galés Matt Ryan, es seguramente lo mejor de la serie, manteniendo el acento original del personaje (aunque su pronunciación del latín es horrible, y a veces incluso incorrecta) y logrando una buena presencia en pantalla. Los efectos tampoco están mal, sobre todo si el espectador ajusta las expectativas a que estamos usando un presupuesto de serie de televisión. En cuanto al resto, tenemos a un taxista de pocas palabras y gran capacidad de recuperación, a Harold Perrineau haciendo de ángel de raza negra intentando atraerse a Constantine a su bando, y la obligatoria chica guapa (Angélica Celaya) haciendo de "artista psíquica" con ciertos poderes de visiones extrasensoriales. Al final no cogió agarre, y aunque se habló de que Netflix podría acudir al rescate, la serie no fue renovada.
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