-Estreno: 10 de julio de 2013, FX.
-Drama, 45 minutos, 2 temporadas, 26 episodios.
-No renovada
-Algún día se apaciguará la pasión por las historias policiacas escandinavas (y por sus versiones estadounidenses), pero de momento, tras la saga sueca 'Millennium' y la teleserie danesa 'The killing', llegaba otra nueva adaptación, esta vez de la coproducción sueco-danesa 'Bron' (o 'Broen', en danés), cuya premisa central es un cadáver partido por la mitad, cada una de las cuales aparece a un lado diferente del puente que une (o divide) ambos países. Esto obliga, por procedimiento legal, a dos agentes, uno de cada nación, a investigar juntos. Obviamente, no se trata solo del caso, sino también de una excusa perfecta para explorar las diferencias y rencillas entre los dos países. Esta sencilla idea tuvo tanto éxito que no solo se hizo una versión anglofrancesa, sino también esta otra gringomexicana, colocada además en un lugar donde es casi imposible encontrar más diferencias marcadas por una simple raya en los mapas: la frontera entre El Paso (Texas) y Ciudad Juárez (Chihuahua), que son respectivamente una de las ciudades más seguras de Estados Unidos y una de las más peligrosas no ya de México sino del planeta Tierra. Tanto es así que mientras que parte de la serie se rodó en la propia El Paso, se tomó la precaución de usar Tijuana para "sustituir" visualmente a Juárez. La verdad es que molaría que empezaran a aparecer versiones por todo el mundo, a ver qué pasaba: Israel y Palestina, por ejemplo, o España y Marruecos, etc. De hecho, la idea inicial de FX era hacerlo en la otra frontera estadounidense, con Canadá, así que las posibilidades son múltiples en muchos casos.
Mientras, en la versión que nos ocupa iba a decir que el tema central es la inmigración ilegal, pero la verdad es que si algo no falta en el lugar, y en la serie, son delitos que explorar: tráfico de drogas, violencia callejera, secuestros ligados a prostitución, guerras de bandas con brutales ajustes de cuentas, corrupción política y policial o simple desidia con los asesinos en serie en busca de carne fresca, casi siempre femenina. En representación mexicana está Marco Ruiz (Demián Bichir), bigotudo, honrado y casi cincuentón, con un hijo de 19 años que estudia en el lado estadounidense y con quien habla en inglés casi siempre, y por parte gringa está la güera (rubia) Sonya Cross (interpretada por la alemana Diane Kruger), que tiene síndrome de Asperger (otra más, parece estar de moda) y por lo tanto le cuesta empatizar con víctimas y compañeros, a cambio de lo cual trabaja sin descanso día y noche. Su mente ágil, decidida y regida por normas implacables contrasta vivamente con el héroe cansado, reposado, cauto y a la vez amable, con mucha mili y fantasmas en las espaldas que es su compañero mexicano. En torno a ellos hay un mundo horripilante y fascinante a la vez, donde el lado norte, profesional, limpio y aburguesado ignora deliberadamente en lo posible los horrores del lado sur. Una empleada de la comisaría, que dice haber nacido y crecido en El Paso toda su vida, también dice no saber una palabra de español, y cuando se habla de varios casos que han aparecido en la prensa internacional, algunos polis estadounidenses parecen no haber oído de ellos en su vida.
El problema que tiene la primera temporada de la serie es que el tema de la identidad del asesino, sus motivos y sus manejos para manipular a la policía de ambos países, heredado de la serie escandinava original, es mucho menos interesante de lo que podría hacerse con la cantidad de material vivo, fresco y real que puede encontrarse en la frontera mexicana, así que uno acaba deseando que terminen cuanto antes con esa trama y se dediquen a buscar algo nuevo y más relevante, cosa que se se prometió para la segunda temporada. Sin embargo, una vez que la serie se liberó de la historia original no fue capaz de encontrar algo que enganchara a la audiencia del todo (y eso ya tiene delito, con todo el material disponible), de forma que no fue renovada.
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