-Estreno: 17 de octubre de 2013, The CW
-Drama, 42 minutos, 4 temporadas, 62 episodios.
-Quinta temporada desde febrero de 2017.
-¿The CW rodando la vida de María Estuardo, reina de Escocia? ¿Una cadena que programa para nenas de 15 años se mete en la ficción histórica, yéndose a pleno siglo XVI? ¿Sin vampiros ni nada? Hmmm. Algo raro tendrá. Bueno, pues lo que tiene es que es principalmente una fiesta de disfraces para chavalas que ya no ven pelis animadas de Disney, pero les siguen quedando las ganas de ponerse trapitos y collares y tiaras, y jugar a hacer reverencias, y bailes en corro, y peleas de almohadas de plumas (no es coña, la hay). Para ser un país que nació sin reyes (es más, nació contra los reyes), la juventud de los Estados Unidos tiene una auténtica fijación con la realeza, sobre todo en la parte femenina: reinas del baile, reinas de la belleza, princesas Disney, miss Universos coronadas al final de la gala... De esa fuente fantasiosa e idealizada bebe esta serie, más que de la historia real de Mary, queen of Scots (1542-1587). María, criada en un convento, al cumplir los 15 años (aunque la actriz que la encarna tiene 23), pasa a ser una pieza importante en las alianzas entre los tronos europeos, y es enviada a la corte francesa a conocer a su prometido desde los seis años, el delfín Francis. Allí se junta con un grupo de cuatro damas de compañía, tan jóvenes como ella, y tan pendientes de los chicos guapos como ella. Aparte de por los vestiditos y los candelabros y los caballos, la otra apuesta de la serie para tomar raíces entre el público al que se dirige es convertir esta parte de la historia en una analogía sobre padres mandones e hijas rebeldes que solo quieren divertirse, decidir qué chico les gusta y ser parte de triángulos amorosos. Para completar la fiesta, la banda sonora está hecha casi al completo de música pop-folk (ahora que The Lumineers y Mumford and Sons, por ejemplo, están de moda), con mucha guitarra acústica, y no dejan de verse vestidos con cremallera o zapatos de tacón modernos. La verdad es que solo falta que alguna de las muchachas saque un móvil del corpiño. Y por si fuera poco, está Nostradamus también por ahí con sus visiones, pálpitos y profecías. Raro era que no metieran alguna cosa mágico-fantabulosa. A pesar de todo esto (o quizá por todo esto), fue renovada cuatro veces.
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