hbo.com/the-brink
-Estreno: 21 de junio de 2015, HBO.
-Comedia, 30 minutos, 1 temporada, 10 episodios.
-No renovada.
-Para sustituir a la cuarta temporada de 'Veep', una de las mejores comedias del momento, la HBO puso en antena 'The brink', otra sátira política que desgraciadamente no llega a la altura de la anterior. Y no es por falta de medios: si hace falta una calle peligrosa en Islamabad llena de pakistaníes cabreados para una sola escena, HBO te la diseñodeproducciona sin despeinarse, por mucho que sea para una comedia y no para algo más serio y/o trascendente estilo 'Homeland'. Además, están los nombres de Tim Robbins y Jack Black en el reparto para dar caché. El problema es que aquí todo el mundo está pintado como un payaso incompetente más interesado en las drogas, el alcohol o el sexo con putas caras que en hacer su trabajo como secretario de estado, empleado de embajada o piloto que donde pone el ojo pone el misil (o no, dependiendo de si se ha equivocado de pastilla antes de despegar). La trama se divide en tres hilos en torno a uno de esos momentos al borde del abismo (de ahí el título), provocado en este caso por un presidente de Pakistán que está loco con certificado médico. Pendiente de sus decisiones de megalómano están la embajada estadounidense (donde Black hace de "punchcionario" que mayormente está interesado en la maría, en las mujeres locales y en fichar en el curro sin hacer gran cosa), la Casa Blanca (donde Robbins, el equivalente de Hillary Clinton, no resulta tonto del todo cuando se mantiene sobrio y desatado de las camas de su dominatrix asiática), y un portaaviones cuya tripulación hace ocho meses que no toca tierra y a quienes se les van acabando las sustancias psicotrópicas de las que abusar. Si el modelo inicial era el 'Teléfono rojo' ('Dr Strangelove') de Kubrick, no es mal comienzo, pero no se llega al mejor nivel posible. Es más, si se rebajan las expectativas y se admite que lo más gracioso de todo esto es cuando hacen bromas sexuales o sobre palabras que suenan raras en otro idioma, luego quizá te puede sorprender agradablemente algún dardo acertado con el que el guion a veces hace diana sobre la política internacional y sus paradojas. Pero en general va resultando más decepcionante a medida que avanza, y es que el fundamentalismo en política no da para muchos cachondeos. Si se quiere una buena sátira política protagonizada por Robbins y Black (en el que fue su debut en largometrajes), recomiendo la película '(Ciudadano) Bob Roberts'.
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