miércoles, 13 de agosto de 2014

Legends

-Estreno: 13 de agosto de 2014, TNT.
-Drama, 42 minutos, 2 temporadas, 20 episodios.
-No renovada.

-TNT es uno de esos canales con una línea de producción muy definida: acción e intriga sobre todo, con policías, abogados, agentes y demás personajes fáciles de sacarles jugo. Cada nueva serie tiene un punto de partida diferente para darle un sabor distinto, pero suele ser la misma carne siempre. En este caso, se trata de un agente especializado en infiltrarse de incógnito en grupos delictivos para poder desactivarlos a base de encontrar pruebas desde dentro. Esto obliga al agente a crearse personalidades nuevas, cada una con su propia historia interna (o sea, las "leyendas" del título). Un par de problemas: que el agente se mete a veces tanto en sus papeles que a la vuelta de sus misiones, a veces tras varios meses, en ocasiones le quedan tics de sus personajes. Y el otro es que... en realidad él no está muy seguro de quién es exactamente ni de cuál es su propio pasado. Y quizá por esto encuentra tan fácil meterse en la piel de otros. Así que los episodios se dividen en una parte de "caso de la semana", con una personalidad nueva por la que hacerse pasar, y unas gotitas de una conspiración relativa a la identidad real del protagonista.

Se ha llegado hasta aquí sin decir que el actor protagonista es Sean Bean, ex 006, ex Sharpe, ex Boromir, ex Ned Stark y ex muchos otros personajes de cine y televisión. Es un intérprete de calidad al que ahora mismo en su carrera le está acompañando la coña marinera relativa a la frecuencia con la que sus personajes mueren en pantalla (hay quien le llama "spoiler con patas"). Bueno, pues esta serie ha convertido este dato tan meta en parte de la promoción, con su hashtag de Twitter incorporado (#DontKillSeanBean) que hasta el propio actor y George RR Martin se han puesto en una camiseta y todo. Y encima, además de no matarlo (que se sepa) le dejan usar su propio acento del norte de Inglaterra (usando la excusa de que el padre norteamericano de su personaje vivió allí durante la niñez del chaval) con lo que más mimado no puede estar nuestro querido mister Bean. Además, la serie está completamente a su servicio, intentando exprimir algo que hasta ahora no se había explotado demasiado: la versatilidad de un actor que normalmente solo tiene que aparecer en pantalla para encarnar una seriedad moral, como mucho a veces equivocada en su rigidez (recuérdense de nuevo sus papeles como Boromir o Stark), pero muy estricta hasta en sus fallos. Es decir, que sus personajes suelen ser de tocar una única nota. Aquí, en cambio, un día puede ser un torpón medio tartaja, otro día un experto traficante de armas, etc. Y se nota que Bean se mete en el juego a fondo y lo disfruta. Sin embargo, queda la duda de si todo esto no será más que un juego agradable de verle jugar como experto jugador que es, pero sin mucho más que ofrecer en unas tramas llenas de topicazos como la esposa enfadada y el hijo a los que casi nunca ve debido a su trabajo, la compañera rubia maciza (Ali Larter, ex de 'Heroes') que se ha de disfrazar de stripper en el episodio piloto (vaya por Dios) o el ceñudo jefe negro. Para un hombre que además de lo mencionado ha hecho también de Vronsky en 'Anna Karenina' o de Ulises en 'Troya', o hasta de Zeus en 'Percy Jackson', esto puede venirle un poco ligero, como ya le ocurrió por otra parte en 'Missing', otra serie de misterios de marca blanca, cosecha 2012.

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