http://www.hbo.com/true-detective
-Estreno: 12 de enero de 2014, HBO
-Drama, 60 minutos, 2 temporadas, 16 episodios.
-'True detective' es uno de esos golpes de efecto que se marca la cadena HBO de vez en cuando para recordar a todo el mundo que están en otro planeta en cuanto a productos de ficción televisiva. En este caso se trata de una miniserie de ocho episodios protagonizada por Matthew McConaughey y por Woody Harrelson. Estos dos interpretan a una pareja de detectives de homicidios en Louisiana que investigan la muerte de una prostituta y la macabra colocación ritual de su cadáver en plan estatua orante. Series de este tipo (mujer muerta, toda la temporada para investigar) hay a montones, y casi cada año trae una o dos nuevas ('The killing', 'The bridge' o 'Broadchurch', pronto en remake USA, son dos de los últimos ejemplos, sin olvidar los multiasesinos de 'Hannibal' y 'The following'). Así que lo que diferencia a esta de todas las demás es, para empezar, su fotografía: la serie está rodada en la propia Louisiana, y se nota, aquí vista en un tono verdegrís que transmite la sensación de lugar donde en cuanto cojas una carretera no asfaltada, te sales de la civilización y de la seguridad (más o menos falsa) que proporciona, y te metes en profundidades peligrosas. Además, están las sobresalientes interpretaciones de los dos actores principales, y el guion lleno de reflexiones filosófico-religiosas sobre quiénes somos, de dónde venimos y adónde vamos, a la luz de las profundidades de maldad a las que puede llegar el hombre. Estas últimas, a cargo principalmente del detective Rust Cohle de Macónajey (que es como se viene a decir), son quizá lo que definirá a quién le guste esta serie más o menos: o te parecen extraordinarios aciertos visionarios, o idas de olla de mirarte de reojo y apartarte un poco por si acaso. Y es que el sur profundo de los Estados Unidos no es el mejor sitio para poner en duda a Jesucristo Nuestro Señor y el plan de su señor padre para la humanidad.
La primera temporada viene y va entre varios momentos en el tiempo, para empezar 1995, cuando se produjo el asesinato que investigaron Cohle y Martin Hart, y 2012, cuando ambos son entrevistados por otra pareja de policías diferente 17 años después debido a un motivo relacionado con el caso, lo cual les obliga a recordar las cosas quizá no como pasaron, sino como quedaron impresas en su mente. A partir de ahí se ve que aunque el desarrollo de la investigación original es importante, con su galería de personajes afectados y su descenso a los infiernos, lo realmente distinto de esta serie es el mano a mano entre los agentes y lo que descubren en sus interiores. El ritmo a menudo es de muy lento a estático, así que meteprisas abstenerse, pero rara vez deja de estar pasando algo con tensión en la pantalla, cosas a veces transmitidas con una simple mirada o un tono de voz, y siempre con gran economía de gestos. Las interpretaciones del duo principal han sido tan elogiadas que en la presentación de la serie, cuando les preguntaron que cómo hacían para saltar 17 años en sus interpretaciones, respondieron, quitándole importancia al asunto, "poniéndome una peluca" (McConaughey) y "quitándome una peluca" (Harrelson).
Por último, decir que a todo esto, no estamos exactamente ante una miniserie, sino ante la primera de las "novelas visuales", por así decir, de una colección de narrativa con entregas independientes entre sí: dado el éxito que tuvo la primera entrega, habrá más miniseries de la misma duración, pero con casos diferentes y cerrados desde el principio. Algo como lo que está haciendo, por ejemplo, 'American horror story', que ya lleva varias temporadas con varias historias de terror distintas, aunque repitiendo con algunos actores. Esta manera de rodar, si vuelve a ponerse de moda (ya ocurrió hace décadas en la televisión americana) podría además facilitar que hubiera más estrellas de cine que se avinieran a darse un paseo por televisión sin que eso se vea como un paso atrás en sus carreras: un papel de ocho horas, rodado en unos cuatro o cinco meses, en lugar de encadenarte siete temporadas a un proyecto que vete a saber qué éxito tendrá, es algo que podría atraer a mucho talento interpretativo.
La segunda temporada, con una historia completamente nueva y con actores completamente diferentes, entre los cuales estaban Colin Farrel y Vince Vaughn, fue un fracaso bastante grande: era una historia demasiado complicada (lo cual no siempre equivale a compleja) y oscura sobre una trama de corruptelas políticas, económicas y mafiosas en California, que tres agentes diferentes, cada uno con personalidades más dañadas y dañinas que el anterior, se meten a investigar. Aunque los actores hicieron lo que pudieron con la historia y tiene algún momento aislado de brillantez, el consenso es que no fue ni de lejos comparable a la primera temporada, a pesar de que el guionista de principio a fin, Nick Pizzolato, fue el mismo. Pero bueno, esa es la ventaja del sistema de "antologías", como lo llaman en Norteamérica: si una temporada no te sale bien, la siguiente historia es completamente diferente y se puede empezar desde cero.
1 comentario:
Muy buena serie! Ayer precisamente yo también le dediqué un post en mi blog. Os lo dejo por si tenéis curiosidad ;)
http://seriesanatomy.blogspot.com.es/2014/03/louisiana-detectives-club.html
Un saludo
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