http://www.discovery.com/tv-shows/klondike/videos
-Estreno: 20 de enero de 2014, Discovery Channel
-Drama, 43 minutos, 6 episodios.
-Miniserie.
-Por lo que parece, Richard Madden no pasó suficiente frío haciendo de Robb Stark en 'Juego de tronos', así que a renglón seguido se metió en esta miniserie sobre buscadores de oro en Canadá en 1897, emitida al completo en tres días consecutivos. Por lo que se sabe, parte del rodaje tuvo lugar en condiciones bastante frías, aunque, al contrario, muchas escenas en el poblado cercano, Dawson City, se filmaron con bastante calor mientras los actores tenían que llevar prendas de abrigo y fingir que se estaban medio helando. 'Klondike' es la primera serie de ficción en la historia de Discovery Channel, conocida sobre todo como emisora de documentales, pero que desde hace poco ha ido añadiendo programas de telerrealidad, un par de ellos basados incluso en modernos "gold diggers". Y ahora, como si no haces ficción parece que te despiden, se meten también en el tema miniseries. Uno de los productores ejecutivos es Ridley Scott, y entre los secundarios del reparto se deja ver alguna que otra cara conocida del cine, aunque sea de hace dos o tres décadas, como Tim Roth, Ian Hart, Sam Shepard, Marton Csokas o Tim Blake Nelson. La historia está basada en un libro de Charlotte Gray, y en ella seguimos a Bill Haskell (Madden), que recién quitado de la cabeza el birrete de graduación se siente agobiado por la civilización, se va al oeste, y cuando se le acaba el oeste se va al norte, en busca de la última frontera que quede. En los campamentos del río Yukon, el ficticio Haskell conoce a varias figuras reales, como Belinda Mulrooney, una inmigrante irlandesa que se hizo rica en el Klondike, el superintendente Sam Steele, de la policía montada del Canadá, el padre William Judge, jesuita y hospitalero, y sobre todo Jack London, el famoso escritor. El resto puede suponerse fácilmente: hay barro hasta las rodillas, carretillas llenas de tierra, precarias construcciones de madera, pepitas de oro en bolsas de cuero al cinto y prostitutas pelirrojas. Tampoco faltan indios de rostro adusto e impenetrable arrollados por los rostros pálidos, malvados especuladores con acento británico, curas de buena puntería con el rifle, trineos tirados por perros, y jugarretas sucias por doquier en busca de la parcela donde por fin reluzca el pedrusco soñado que te resuelva la vida... o te la complique definitivamente. Entretenida y competente sin más, que no es poco, aunque con algunos modernismos en el diálogo y la música del saloon, (casi folk-rock a veces), pero con la duración justa para una tarde invernal.
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