-Estreno: 23 de junio de 2011, FX
-Comedia, 21 minutos, 4 temporadas, 49 episodios.
-Terminada.
-Un joven abogado harto de la vida intenta suicidarse, cuando en su vida se entromete un tal Wilfred, que es ni más ni menos que… el perro de la vecina. O mejor dicho, lo que todos ven como un perro normal y corriente, el abogado lo ve como un tío australiano disfrazado de perro, soez, pelmazo y egoísta, que de inmediato se pone a quitarle la tontería de la cabeza y a enseñarle cómo ser un tío machote como Dios manda. Tanto el abogado como el (australiano disfrazado de) perro le dan bastante al alcohol y a las drogas, o sea que puede que en el fondo todo esto sea una alucinación del colega, pero hay episodios donde el perro es capaz de escribir notas, llamar por teléfono e incluso meterse en la cama de una tipa que no distingue sus lengüetazos en la entrepierna de los de un hombre, así que la sospecha, en principio, no cuela, pero para saberlo de verdad hay que verla hasta el final.
Todo esto está adaptado de la serie australiana del mismo nombre, de la que se importó directamente al actor que hace de Wilfred, Jason Gann, que también es el creador de la serie, con el mismo disfraz y todo. Junto a él está Elijah Wood, que la verdad es que queda perfecto haciendo de un mindundi tan pusilánime que necesita (y aguanta) que un perro grosero y obseso sexual le dé lecciones vitales. Cada episodio lleva el título de un sentimiento (felicidad, confianza, miedo, aceptación, respeto, etc) en torno al que se desarrolla. La serie es una comedia negra que entre tacos, colocones y chistes de pedos, en ocasiones llega a ponerse bastante negra, y una vez que uno se acostumbra a la cosa rara esta del perro disfrazado, que puede resultar un tanto cansina a veces, resulta muy original.
Todo esto está adaptado de la serie australiana del mismo nombre, de la que se importó directamente al actor que hace de Wilfred, Jason Gann, que también es el creador de la serie, con el mismo disfraz y todo. Junto a él está Elijah Wood, que la verdad es que queda perfecto haciendo de un mindundi tan pusilánime que necesita (y aguanta) que un perro grosero y obseso sexual le dé lecciones vitales. Cada episodio lleva el título de un sentimiento (felicidad, confianza, miedo, aceptación, respeto, etc) en torno al que se desarrolla. La serie es una comedia negra que entre tacos, colocones y chistes de pedos, en ocasiones llega a ponerse bastante negra, y una vez que uno se acostumbra a la cosa rara esta del perro disfrazado, que puede resultar un tanto cansina a veces, resulta muy original.
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